Neolengua.

Leo en un artículo de Rámón Pí publicado en Epoca:

«George Orwell se quedó corto en su 1984. La capacidad del ser humano de ejercer el despotismo, pervertir la convivencia y sembrar el horror resultó superior a lo que el escritor indobritánico imaginó en 1949.

No es que en nuestra Europa de hoy estemos en una situación como la descrita en 1984, pero las técnicas de Neolengua se han depurado mucho desde que Orwell escribió su libro, y las utilizan ya los gobernantes democráticos mientras les dejen y no sean descubiertos. España no es una excepción a esta situación, y cada día se hace más difícil defenderse de la mentira de la Neolengua.

El embrión humano sacrificado para experimentar con sus células es el preembrión, que da menos sensación de humanidad; el aborto es la "interrupción voluntaria del embarazo" o, mejor, la aséptica "IVE"; el feto abortado es el "contenido uterino"; el homicidio por compasión es la "eutanasia", pero como ese término está ya significando lo mismo, ahora es la "muerte digna", y dar muerte al agonizante es "ayudarle a morir".

Nuestro Gobierno se está deslizando peligrosamente también por la pendiente de la Neolengua: la política de Zapatero hacia EE UU es calificada por Moratinos de "fortalecimiento" de las relaciones entre los dos países; la supresión de las desgravaciones de los planes de pensiones ha sido llamada por Fernández Ordóñez "suavización" de ese trato fiscal; y la situación creada con las medidas y las amenazas del Gobierno hacia la Iglesia y las familias católicas españolas, que ha ocasionado las protestas de obispos y ciudadanos corrientes, en la Neolengua gubernamental es el "acoso de la Iglesia al Gobierno".

A veces, la Neolengua acaba chapoteando en el puro ridículo, como ocurrió con las "soluciones habitacionales" de la sin par ministra Trujillo, pero la sonrisa que provocan estos disparates no debería hacer bajar la guardia a los ciudadanos: este modo de proceder lleva en su entraña la mentira, y empieza a extenderse de forma muy alarmante.» (continúa)

Y a todo esto, no se por qué, me ha venido a la cabeza otra noticia:

El director general de la Cadena SER dice que nunca ha sido beneficiada en el reparto de frecuencias

Y todavía no me explico por qué.