Haro Tecglen. Recuperando la memoria histórica.
Leo la columna de Eduardo Haro Tecglen. Nada nuevo, hoy también le toca atacar a la Iglesia. Polanco feliz. Cebrian aplaude.
"Parece que la campaña contra la eutanasia, primera de los grandes griteríos de la Iglesia contra el gobierno reformista, no dio bastante resultado. Son balas mal disparadas, obedientes a una línea demasiado vieja de la propaganda episcopal (...) puesto que el fondo es atacar al gobierno y salvar al partido Popular que mantiene el Opus, los kikos, los legionarios de Cristo y cosas así. Y no dejar perder el dinero que el Estado paga a la única religión verdadera, que en el fondo es un tema primordial." (continúa)
Pero ¿quien es este señor con columna fija en "el Pais"?. Por lo que escribe parece que es unos de esos que lucho por la libertad y contra la represión de los curas desde el vientre materno. Bien pudo estár preso en las carceles franquistas. O igual estuvo en el exilio tras haber luchado contra el fascismo
Pues no señores, Eduardo Haro Tecglen hace unos cuantos años, bastantes ya por cierto, -debe ser muy mayor el pobre- tenía otros ideales y escribía cosas como estas:
Dies Irae", publicado en Informaciones, Madrid, 20 de noviembre de 1944. "La voz de bronce de las campanas de San Lorenzo, el laurel de fama de la corona fúnebre, la piedra gris del Monasterio, los crespones de luto en todos los balcones del Escorial, los dos mil cirios ardiendo en el túmulo gigantesco coronado por el águila de Imperio que se eleva en la Basílica, lloran en esta mañana, con esa tremenda expresión que a veces tienen las cosas sin ánimo, la muerte del Capitán de España.
Hasta el sol y el paisaje han cubierto su inmutable indiferencia con el velo gris de la lluvia y la niebla, y cae sobre la ciudad -lacrima coeli - una llovizna fina y gris.
El instituto, el subconsciente, nos ha repetido sus frases, sus profecías, sus oraciones; y no ha sido voz de ultratumba la suya; ha sido voz palpitante de vida, de la vida y el afán de todos estos magníficos camaradas de la Vieja Guardia, del Frente de Juventudes, de la Sección Femenina... La doctrina del Fundador vive en ellos como en aquellos tiempos, y si el cuerpo de José Antonio está muerto bajo la lápida, su espíritu tiene calor de vida en la de todos los camaradas de la Falange.
Se nos murió un Capitán, pero el Dios Misericordioso nos dejó otro. Y hoy, ante la tumba de José Antonio, hemos visto la figura egregia del Caudillo Franco. El mensaje recto de destino y enderezador de historia que José Antonio traía es fecundo y genial en el cerebro y en la mano del Generalísimo.
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. Una alegría tenemos; la de ver que a José Antonio sucede un hombre tan firme y sereno como el que lleva a España por los senderos que él marcó.". (leelo entero en el rincón de los serviles)
Todos tenemos derecho a cambiar, ¿pero tanto, tanto?.
Cosas veredes amigo..
Sancho(panza).
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