Matrimonio civil.
Creo, y lo intentaré explicar cuando tenga más tiempo, que con la modificación de la regulación civil del matrimonio, lo que se ha firmado es el Acta de defunción del matrimonio civil; esa institución que hasta ahora se tenía como uno de los grandes logros de la Revolución Francesa -aunque realmente surgiera con la reforma- y que tanto miman nuestros vecinos (acuérdense de Leonel Jospin).
Han desvirtuado de tal modo la naturaleza contractual del vínculo, que ya no existe.
Algunos han podido pensar que con ello se daña al matrimonio canónico, pero creo que se equivocan. Basta ver el compromiso que asumen los contrayentes para ver que, por contraste, el matrimonio canónico brillará con luz propia:
"te quiero a ti..., como esposa/o y me entrego a ti, y prometo serte fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, todos los días de mi vida"
Podemos ser débiles, pero no tontos...ya se ve que es algo completamente distinto. La nueva regulación es algo así como la precariedad laboral trasladada al ámbito familiar.
Por cierto, para darle la puntilla yo terminaría con la eficacia civil del matrimonio canónico. A cambio de nada se pierde mucho. (Aparte de lo mucho que lo agradecerían los que no quieren perder su pensión de viudedad. Canonicamente estarían casados y civilmente, lo que les de la gana...)
6 Comments:
estoy de acuerdo con sisinono y también con lo de romper el acuerdo con el Estado, que se casen por la Iglesia y luego el que quiera por lo civil.
Decir una simpleza así, es tanto como la afirmación que se hizo por los españoles más reacionarios, de que la Ley del divorcio, iba a terminar con los matrimonios. Aún no habeis distinguido hermanos, que derechos y obligaciones no son una misma cosa
Totalmente de acuerdo con sisi nono, lo aprobado no es matrimonio y al del divorcio le diré que esa ley genera toneladas de infelicidad personal y social
Supongo que escribir un comentario aquí es como darse de cabezazos contra las paredes, avisado por los enlaces a los medios que muestra en la estantería. Pero he de decirde sisinono que en todo este asunto hay mojigatería, clasismo, y afán por lesionar los derechos de esos que englobaríamos en el término "los otros" ... a manos llenas.
El avance de esta ley no va a llenar los juzgados de matrimonios homosexuales, pero va a recuperar la dignidad de muchas personas para que poco a poco sean tratados como lo que son: personas. No estamos hablando de Boris Izaguirres y maricas y lesbianas de postín, esos no necesitan ninguna ley para sentirse aceptados sino de cientos de miles de personas para las que esta ley es mucho más de lo que dice la letra.
Eso es lo que nos pide el cuerpo, pasar del matrimonio civil ("arrimonio" he oído decir a alguien que se podría llamar). Pero eso es también lo que pretenden. En el fondo lo que quieren es acabar con el matrimonio. Al reconer el homosexual, acaban con el matrimonio civil. Y cuando los que creen en el religioso pasan del civil, se ha acabado la protección del derecho al matrimonio. Que era lo que andaban buscando: acabar con la familia.
Así no se juega: si rompemos la baraja, dejamos de jugar. Es decir: si queréis casaros por la Iglesia no tenga ningún vínculo civil, si queréis romper ése acuerdo, los rompemos todos. Rompemos el Concordato, y os financiáis con las limosnas de los fieles, como cualquier ONG.
Ya estoy harta de que nos insultéis, nos digáis lo que tenemos que hacer, y encima os tenga que subvencionar. Ahora queréis romper las reglas del juevo. ¡Pues ya era hora! Me alegro.
¿Qué os afecta a vosotros que el vecino tenga más derechos, si los vuestros no se os van a recortar? Mi vecino me cae mal (es feo y tripón). Quiero que tenga menos derechos que yo. No quiero que pueda casarse, porque le van a salir unos hijos la mar de feos. Ridículo, ¿no? Pues eso.
Publicar un comentario
<< Home