Selecciones. 18 de Brumario.

5.- Julio Ariza: «Si cierran la COPE tendrán que cerrar Intereconomía»

4.-La desmoralización de Europa (Vía Alemaniaeconomíasociedadyderecho)

3.- Más de 100 entidades catalanas se sumarán a la manifestación del 12-N

Miles de personas llegarán de Cataluña para participar en Madrid en la protesta convocada por el Foro Español de la Familia contra el sistema educativo implantado por el Gobierno Zapatero.

2.-¿Los huevos tienen gripe?

1.- 18 de Brumario. Ayer en la Gacetadelosnegocios

Eugenio Nasarre


Mañana va a consumarse la vulneración más flagrante de nuestra Constitución, propiciada y defendida por la más alta magistratura del Estado, después del Rey. Va a ser nuestro particular 18 brumario.

Como en el 18 brumario, todo ha arrancado de una conjunción de voluntades para cambiar el régimen constitucional. En nuestro caso, el cambio es tan fundamental que afecta a la naturaleza del sujeto político constituyente, la nación española, y supone la desaparición del Estado como tal en una parte del territorio nacional. Con el Estatut el orden constitucional queda sepultado. El modelo del Estado de las Autonomías sencillamente salta por los aires. La nueva situación resultante solamente se puede calificar como la de una Confederación sin Estado. Aunque la Constitución no se derogara formalmente, ni se reformara, todo el andamiaje constitucional sería ya inservible.

En el 18 brumario todo era ilegal. Pero las instituciones (o parte de ellas) se prestaron a cometer las ilegalidades. El Senado fue convocado en la mañana de esa fecha, pero, curiosamente, “se olvidaron” de convocar a la oposición. Luciano Bonaparte, como presidente de los Quinientos, sólo tenía la obsesión de lograr un número suficiente de parlamentarios para aprobar la sustitución del Directorio por el Consulado. Aunque se hiciera violando todas las normas, forzando las voluntades con el engaño y la intimidación.

Claro está que en el modelo de cambio de régimen del 18 brumario se requiere el concurso de algunas voluntades. Pero también facilitó el cambio la pasividad de otros. Nadie duda de que el proyecto de Estatut es inconstitucional del inicio al final de su texto y que no se trata de una reforma del Estatuto de Sau. Cualquier autonomía tiene un cauce específico, previsto en la Carta Magna, para proponer la reforma o la revisión de la Constitución. No utilizar ese cauce y pretender iniciar un proceso de radical transformación del sistema constitucional que nos dimos los españoles en 1978 mediante el cauce establecido para las reformas estatutarias es un flagrante fraude constitucional. Que tiene consecuencias de suma gravedad. Entre ellas, que la representación de 10 millones de españoles queda marginada y deja de ser relevante para un cambio tan sustancial de régimen. La vía queda, así, expedita para culminar la operación de espaldas a millones de españoles, a los que se niega la voz y el voto. Igual que hicieron los autores del 18 brumario.