¿Hasta dónde llega el derecho a la privacidad de los hijos en sus conversaciones telefónicas?
Es curiosa esta noticia que leo en newmax:
Un adolescente de 17 años fue acusado de robo, con base en el testimonio de la madre de su novia, quien escuchaba la conversación telefónica que aquel tenía a través del teléfono con su hija. Su hija después de coger un teléfono inalámbrico se metió en su habitación y cerró la puerta. En otra habitación, su madre a través de otro teléfono, escuchó y tomó notas de la conversación.
La Corte Suprema dictaminó que la hija y su novio tienen una razonable expectativa de privacidad en sus conversaciones telefónicas. La ley de Washington prohíbe interceptar conversaciones sin el consentimiento de todos los participantes.
«The case reached the high court because of a purse-snatching. A 17-year-old boy was convicted of the robbery, in part on testimony from his girlfriend's mother, who overhead him discussing the crime on the phone with her daughter.
The daughter had taken a cordless phone into her bedroom and closed the door. In another room, her mother pressed the speakerphone button on an extension, listened in and took notes.
The court ruled that the daughter and her boyfriend had a reasonable expectation of privacy on the phone. Washington law prohibits intercepting or recording conversations without the consent of all participants.» (continúa)
Este caso es un poco límite -no se que hubiera hecho si me hubiera tocado a mi resolver este asunto, porque en el fondo ¿no os parece que el derecho de los padres a educar a sus hijos y el de éstos de ser educados debe prevalecer sobre la confidencialidad de sus comunicaciones?, no se......-, pero lo que más me gusta de Estados Unidos es que en caso de duda.. pro libertate.
Un adolescente de 17 años fue acusado de robo, con base en el testimonio de la madre de su novia, quien escuchaba la conversación telefónica que aquel tenía a través del teléfono con su hija. Su hija después de coger un teléfono inalámbrico se metió en su habitación y cerró la puerta. En otra habitación, su madre a través de otro teléfono, escuchó y tomó notas de la conversación.
La Corte Suprema dictaminó que la hija y su novio tienen una razonable expectativa de privacidad en sus conversaciones telefónicas. La ley de Washington prohíbe interceptar conversaciones sin el consentimiento de todos los participantes.
«The case reached the high court because of a purse-snatching. A 17-year-old boy was convicted of the robbery, in part on testimony from his girlfriend's mother, who overhead him discussing the crime on the phone with her daughter.
The daughter had taken a cordless phone into her bedroom and closed the door. In another room, her mother pressed the speakerphone button on an extension, listened in and took notes.
The court ruled that the daughter and her boyfriend had a reasonable expectation of privacy on the phone. Washington law prohibits intercepting or recording conversations without the consent of all participants.» (continúa)
Este caso es un poco límite -no se que hubiera hecho si me hubiera tocado a mi resolver este asunto, porque en el fondo ¿no os parece que el derecho de los padres a educar a sus hijos y el de éstos de ser educados debe prevalecer sobre la confidencialidad de sus comunicaciones?, no se......-, pero lo que más me gusta de Estados Unidos es que en caso de duda.. pro libertate.
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