La mala conciencia de José Borrell

Hoy José Borrell, en elperiodico, escribe un artículo intentando justificar el veto del Parlamento Europeo al comisario Butiglione debido a sus creencias religiosas.

Dice Borrell

«PARA casi el 60% de los norteamericanos la religión juega un papel muy importante en su vida. Este porcentaje no alcanza el 30% en Europa occidental. La Constitución americana no hace ninguna referencia al cristianismo, ni a ninguna otra religión, pero la religiosidad impregna toda la vida política en EEUU. Las sesiones del Congreso se abren con una plegaria, el presidente jura sobre la Biblia y todos los discursos se acaban con un "Dios os bendiga y bendiga a América".

Todo ello sería difícilmente imaginable en Europa, a pesar de la intensidad del debate sobre la referencia a las raíces cristianas de Europa en la Constitución que pronto vamos a votar en referendo. Pero nadie debería creer que el rechazo del Parlamento europeo a la primera propuesta de Comisión fuera debido a la fe religiosa de ninguno de sus miembros. Delors y Prodi eran reconocidos católicos y a nadie le importo. Y si un musulmán hubiese mantenido las mismas tesis sobre la homosexualidad, o el papel de la mujer en la familia y en el trabajo, que se escucharon en las audiencias de los comisarios, hubiese generado el mismo rechazo.

Creo que lo ocurrido en el Parlamento europeo contribuye a reforzar los valores sobre los que se basa la UE. Y también la dimensión política del proyecto europeo. La Europa de los pueblos ha ganado frente a la del nacionalismo de los gobiernos. Los grupos políticos han ganado en cohesión interna y autonomía externa. Nunca se había visto, por ejemplo, a los 200 diputados socialistas votar unánimemente, y algunos en contra de las indicaciones de sus gobiernos.» (continúa)

En el fondo lo que realmente molesta a Borrell no es que Butiglione fuera católico, sino que manifestara públicamente sus convicciones. Esa es precisamente la diferencia con Delors o Prodi.

Esta progresía pretende expulsar al ámbito privado las convicciones que pudieran tener los cristianos, de tal manera que éstas no tengan ninguna transcedencia pública, como si las personas pudiéramos vivir en una esquizofrenia permanente. Ello facilita acometer sin cortapisas, y cito palabras textuales de Zapatero, "la sustitución de una moral carca por leyes modernas para nuestra sociedad". A nadie se le escapa que cuando habla de leyes modenas se refiere a la construcción de una nueva moral contraria a la persona, en la que cabe la eutanasia, la investigación con embriones, el aborto libre, aunque sea en el octavo mes de embarazo, al matrimonio homosexual, al trio o cualquier otra forma de unión.

¡Cómo si esas cuestiones no trascendieran al ámbito de las creencias!

Wilow