Hasta los... de todos nosotros.
En 1873, mucho antes de que aterrizasen en este valle de lágrimas el apóstol de Cornellà, el nieto del poeta y el hijo del guardia civil, un gobernante que no fue pariente de David Gistau, gritó: "Estoy hasta los huevos de todos nosotros". Después, cogió un tren y se exilió en Francia. Era un catalán de Tarragona; se llamaba Estanislao Figueras, y hasta ese momento presidía el Gobierno de la República. Se esfumó porque a salvas sean las partes le habían llegado las aguas del federalismo asimétrico y la España plural de entonces. (...) Así, justo antes de huir, don Estanislao había recibido copia de este documento emitido por la autoridad local competente:
"Jumilla desea estar en paz con todas las naciones extranjeras y, sobre todo, con la nación murciana, su vecina; pero si la nación murciana, su vecina, se atreve a desconocer su autonomía y a traspasar sus fronteras, Jumilla se defenderá, como los héroes del Dos de Mayo, y triunfará en su demanda, resuelta completamente a llegar, en sus justísimos desquites, hasta Murcia, y a no dejar en Murcia piedra sobre piedra".
Fuente: De José García Domínguez vía ArcadiEspada
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