Adopción de niños por parejas homosexuales: diez razones que lo desaconsejan.
El catedrático de psiquiatría Enrique Rojas da en ABC diez razones por las que no está de acuerdo con la adopción por los homosexuales.
1º. Los padres son los primeros modelos de identidad. Los psicólogos y los psiquiatras mantenemos que la educación en los primeros años de la vida descansa sobre los procesos de imitación, ya que el niño calca la conducta de sus padres, la copia, la reproduce. Si los dos son del mismo sexo, eso va a dejar una impronta en su psicología muy fuerte.
2º. En las parejas homosexuales el niño va a carecer del troquelado masculino y femenino privándole de un ingrediente afectivo esencial, que se complementan el uno con el otro.
3º. Según el Convenio Internacional de la Haya, la adopción debe tener como principio básico respetar el interés superior del niño. Siendo la finalidad en la adopción encontrar una familia para un niño y no al revés, encontrar a un niño para una pareja. Invertir esta jerarquía de intereses puede ser una forma de explotación de la infancia.
4º. La Asociación Española de Pediatría, a través de su presidente el doctor Alfonso Delgado, ha expresado la siguiente idea: la experiencia humana y clínica nos dice que lo mejor es un niño adoptado por una familia, con un padre y una madre, con roles sentimentales complementarios. Es decir, ofrecerle al niño un ambiente familiar positivo que contribuya a su pleno e integral desarrollo.
5º. La educación sentimental hay que hacerla de forma cuidadosa. Y se requiere para ella del concurso de todo lo que aporta la figura del padre y de la madre. Cada uno con sus cargas e ingredientes afectivos e intelectuales. El modelado de ese niño se enriquece con la acción de los dos.
6º. El niño adoptado no tiene libertad de elección, ya que no puede disponer de su consentimiento. Se convierte así en un objeto de estudio, entra dentro de un ensayo psicológico, con los evidentes riesgos que esto puede traer consigo.-
7º. La formación de la personalidad en los primeros años es fundamental. Es un campo rico y frondoso, una verdadera ingeniería de la conducta: el niño es como una esponja, que chupa todo lo que va recibiendo en esas cuatro vertientes básicas de cualquier ser humano: física (desde los vestidos, modales, etc.), psicológica (todo lo que es el patrimonio psíquico), social y cultural.
8º. La educación sexual va a estar condicionada. La sexualidad a esas edades es de gran plasticidad y no está aún bien diferenciada, ya que lo genético puede dejar la voz cantante a lo ambiental.
9º. El niño adoptado por una pareja homosexual entrará con muchas posibilidades en conflicto con otros niños, teniendo que luchar con su entorno, pudiendo verse envuelto en tensiones psicológicas, frustraciones, agresividad, cierta discriminación... y todo esto desde muy temprana edad, lo que puede irle llevando a tener un desajuste de su mundo emocional y un trastorno de la personalidad.
10º. Las personas de condición homosexual merecen todo el respeto y tienen los mismos derechos y deberes que cualquier ciudadano. Cualquier tipo de discriminación o de trato negativo, no debe darse. Pero su unión no es matrimonio, jugar con las palabras es pervertir las realidades. Y la posible adopción de niños puede llevar a jugar con la vida de ellos y convertirlos en conejillos de indias, privándoles de los conceptos fundamentales de la familia
Leelo en ABC
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