El precio de estar con los hijos
Yo soy de los que llegan muy tarde a casa. De eso, también, tiene algo de culpa este blog. Por eso, me ha costado pegar este post. Pero, esperando que no lo lea mi mujer, os recomiendo esta carta al director que publica Hispanidad:
Sr. Director:
Hace algunos días llegué tarde a casa, cansado del trabajo. Pepito, mi hijo pequeño de 4 años, me esperaba despierto y con una sonrisa en su rostro.
Me dio un beso y yo me dirigí a la sala a ver la televisión; se acercó y se sentó a mi lado, muy interesado en lo que yo estaba mirando. Era un programa de política que él todavía no entiende, pero aún así se quedó atento y en silencio.
Esperó atentamente a que llegaran los anuncios y, en ese momento, lanzó una pregunta:
- Papá, ¿cuánto te pagan por hora?
- Hijo, esa respuesta ni tu mamá la sabe.
Mientras volvía a prestar atención al programa, mi hijo, sin hacer ruido, se sentó más cerca de mí, para tratar de abrazarme. Pero hacía tanto calor que preferí hacerme a un lado.
Al terminar el programa, nuevamente me preguntó :
- Papaíto, ¿cuánto te pagan por hora?
Su carita mostró un poco de temor a que pudiera enfadarme. Como yo sabía que iba a preguntarme hasta que le contestara, decidí responder:
- Diez euros, hijo.
Entonces, corrió a abrazar su alcancía y a contar su dinero, pero en su rostro se dibujó una mueca de tristeza. Se acercó a mí, me abrazó y me dijo :
- Papá, ¿me prestas 3 euros?
- ¡Ah!, pillín, con razón estás tan atento a lo que hago : ¡Querías pedirme dinero! Mejor vete a dormir, que ya es muy tarde. Hasta tu mamá ya se acostó; no sé qué haces despierto.
Mi hijo se fue a la cama sin darme un beso de buenas noches. Supongo que porque le contesté muy serio. Yo no podía conciliar el sueño y deseaba saber para qué quería esos 3 euros. De modo que fui a su dormitorio y me acerqué a él:
- Pepito, ¿estás dormido?
- No, papaíto -me contestó-.
- Aquí tienes los 3 euros que me pediste.
Una sonrisa iluminó su rostro y de debajo de su almohada sacó otros 7 euros, al tiempo que me decía contento :
- ¡Ahora ya los junté! ¡Ya tengo 10 euros! Papá, ¿me puedes vender una hora de tu tiempo?
Javier Pereda
1 Comments:
Muy bueno. Me impresionó mucho la anécdota. No pierdas tiempo con tus hijitos (Hermosos!) Recién ahora estoy empezando con esto de los Blogs, y gracias a tu cita del otro día empecé a leerte. Saludos!
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