"Nosotras parimos, nosotras decidimos" y "La compuerta de los expósitos".
Leyendo el artículo que publica hoy Ajopringue sobre el aborto y el abandono de niños en la vía pública, me he acordado de otro que leí en Alba hace no mucho tiempo, sobre un hogar de acogida anónima de bebes existente en Austria.
Resumen del artículo de ajopringue:
«Cada vez son más frecuentes los casos de madres que, tras dar a luz, arrojan a su bebé a un vertedero o lo dejan en la calle abandonados. ¿También están en su derecho? ¿"Nosotras parimos, nosotras decidimos"? Este es uno de los eslóganes más estúpidos que he tenido la desgracia de escuchar a lo largo de mi vida. No existe un cántico más claro a favor de la injusticia y el egoísmo. Si se persigue a una madre que abandona a su recién nacido en un vertedero como a una asesina, ¿por qué demonios no se hace lo mismo con madres que exterminan a sus hijos tras varios meses de gestación, cuando lo que llevan dentro es una persona a la que le late el corazón y da pataditas en el útero. ¿Es posible que confundan a su criaturita con un órgano más de su cuerpo, como dicen ellas? ¿Sufre y grita su riñon mientras es asesinado de manera cruel en su interior? ¿Es que hay alguna diferencia entre esta madre y la que abandona a su bebé una vez que ha salido al exterior? ¿En el parto, acaso el médico agarra un órgano y saca un niño? ¿Qué clase de milagro sería ese, que el niño no está vivo hasta que el médico lo coge y ve la luz?
Miles de familias esperando acoger a ese hijo que nunca pudieron tener y estas madres arrojando a sus hijos en basuras y felpudos. Aunque poco podemos esperar de esa progresía que, al grito de "libertad" y "paz", van pisando las libertades de todos, niños y mayores, destruyendo la vida de aquellos que no han hecho nada para merecer su castigo». (continúa)
Artículo publicado en Alba:
Por Elena Zafra
11 de diciembre de 2004
"La entrega anónima de bebés es una de las alternativas que en Austria se ofrecen para evitar abortos, abandonos a la intemperie o en lugares públicos, o incluso el asesinato de recién
nacidos."
En plena calle, incrustada en el muro de un hospital, una pequeña compuerta oscila bajo el letrero de babynest ('nido de bebés'). Una madre introduce por esta compuerta a su hijo y lo deposita en la cuna caliente que está al otro lado. Saca las manos y ya no puede retroceder en su abandono. Al sentir al bebé, los sensores instalados en la camita hacen que la compuerta se cierre herméticamente y dan la alarma en una cercana clínica infantil.
La entrega anónima de bebés es una de las alternativas que en Austria se ofrecen para evitar abortos, abandonos a la intemperie o en lugares públicos, o incluso el asesinato de recién nacidos. Estos nidos de acogida para bebés han sido legalizados hace apenas cuatro años, pero retoman la idea que tuvo en el siglo XVIII el emperador José II al crear la primera casa de expósitos. Se trata de salvar la vida a recién nacidos y de velar por su salud desde el mismo momento del parto. Para ello, también se ha legalizado el llamado nacimiento anónimo: la futura madre puede dar a luz en un hospital, con el apoyo de un equipo médico, sin necesidad de dar su nombre. Después del parto, la madre puede decidir si se queda con el bebé o lo cede en adopción.
Pero volvamos a los nidos de bebés. El niño es abandonado por su madre. Tal vez, con un poco de suerte, va acompañado de una carta en la que recibe algún tipo de explicación sobre su origen. En las ocho semanas que siguen, la madre tiene aún la posibilidad de arrepentirse y pedir la devolución del bebé, para lo cual tiene que demostrar que es el suyo. Para facilitar esta identificación, la madre encuentra una almohadilla con la que puede plasmar la huella del pie o de la mano de su bebé en el reverso de la hoja informativa que recoge los números de teléfono a los que puede acudir. Si esto no ocurre, el bebé será dado en adopción.
En definitiva, una interesante opción en favor de la vida en un país mayoritariamente católico en el que, sin embargo, el aborto legal está plenamente asentado.
Resumen del artículo de ajopringue:
«Cada vez son más frecuentes los casos de madres que, tras dar a luz, arrojan a su bebé a un vertedero o lo dejan en la calle abandonados. ¿También están en su derecho? ¿"Nosotras parimos, nosotras decidimos"? Este es uno de los eslóganes más estúpidos que he tenido la desgracia de escuchar a lo largo de mi vida. No existe un cántico más claro a favor de la injusticia y el egoísmo. Si se persigue a una madre que abandona a su recién nacido en un vertedero como a una asesina, ¿por qué demonios no se hace lo mismo con madres que exterminan a sus hijos tras varios meses de gestación, cuando lo que llevan dentro es una persona a la que le late el corazón y da pataditas en el útero. ¿Es posible que confundan a su criaturita con un órgano más de su cuerpo, como dicen ellas? ¿Sufre y grita su riñon mientras es asesinado de manera cruel en su interior? ¿Es que hay alguna diferencia entre esta madre y la que abandona a su bebé una vez que ha salido al exterior? ¿En el parto, acaso el médico agarra un órgano y saca un niño? ¿Qué clase de milagro sería ese, que el niño no está vivo hasta que el médico lo coge y ve la luz?
Miles de familias esperando acoger a ese hijo que nunca pudieron tener y estas madres arrojando a sus hijos en basuras y felpudos. Aunque poco podemos esperar de esa progresía que, al grito de "libertad" y "paz", van pisando las libertades de todos, niños y mayores, destruyendo la vida de aquellos que no han hecho nada para merecer su castigo». (continúa)
Artículo publicado en Alba:
Por Elena Zafra
11 de diciembre de 2004
"La entrega anónima de bebés es una de las alternativas que en Austria se ofrecen para evitar abortos, abandonos a la intemperie o en lugares públicos, o incluso el asesinato de recién
nacidos."
En plena calle, incrustada en el muro de un hospital, una pequeña compuerta oscila bajo el letrero de babynest ('nido de bebés'). Una madre introduce por esta compuerta a su hijo y lo deposita en la cuna caliente que está al otro lado. Saca las manos y ya no puede retroceder en su abandono. Al sentir al bebé, los sensores instalados en la camita hacen que la compuerta se cierre herméticamente y dan la alarma en una cercana clínica infantil.
La entrega anónima de bebés es una de las alternativas que en Austria se ofrecen para evitar abortos, abandonos a la intemperie o en lugares públicos, o incluso el asesinato de recién nacidos. Estos nidos de acogida para bebés han sido legalizados hace apenas cuatro años, pero retoman la idea que tuvo en el siglo XVIII el emperador José II al crear la primera casa de expósitos. Se trata de salvar la vida a recién nacidos y de velar por su salud desde el mismo momento del parto. Para ello, también se ha legalizado el llamado nacimiento anónimo: la futura madre puede dar a luz en un hospital, con el apoyo de un equipo médico, sin necesidad de dar su nombre. Después del parto, la madre puede decidir si se queda con el bebé o lo cede en adopción.
Pero volvamos a los nidos de bebés. El niño es abandonado por su madre. Tal vez, con un poco de suerte, va acompañado de una carta en la que recibe algún tipo de explicación sobre su origen. En las ocho semanas que siguen, la madre tiene aún la posibilidad de arrepentirse y pedir la devolución del bebé, para lo cual tiene que demostrar que es el suyo. Para facilitar esta identificación, la madre encuentra una almohadilla con la que puede plasmar la huella del pie o de la mano de su bebé en el reverso de la hoja informativa que recoge los números de teléfono a los que puede acudir. Si esto no ocurre, el bebé será dado en adopción.
En definitiva, una interesante opción en favor de la vida en un país mayoritariamente católico en el que, sin embargo, el aborto legal está plenamente asentado.
1 Comments:
Me dio escalofrío, me entristeció. Pensar que cuesta tanto parir, y las sensaciones previas y posteriores son tan dolorosas y maravillosas a la vez...Es tan triste que las mujeres crean que son dueñas de sus hijos, y usen eso como argumento para dejarlos tirados por ahi. No conocia ese tipo de lugares que contas que existen en Austria, y bienvenido si es una alternativa para la muerte de ese bebe, antes o después de nacer, pero no lo hace más fácil?
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